martes, 5 de febrero de 2008
Cada día es más difícil andar por el pueblo. Por un lado hacemos un esfuerzo económico para eliminar barreras arquitectónicas, como rampas o aceras disminuidas, y por otro no controlamos que se respenten. Aparcamos los coches donde nos conviene, para qué estamos eliminando barreras?
No hay manera de controlar el tráfico en nuestro pueblo, los coches están aparcados sistemáticamente sobre las líneas amarillas, ocupando en muchos casos el total de la acera, por donde pasan entonces los peatones?
Las calles que están señalizadas con una placa de dirección prohibida, es como si no la tuvieran, los conductores pasan de la señal y acceden como si nada. ¿ Para qué existen las normas de circulación? ¿ Tiene que suceder un accidente para qué las autoridades tomen cartas en el asunto?
Los conductores de motos sin cascos, alzando las motos, la velocidad no se respeta, las amonestaciones o multas no existen, y un sin fin de hechos que hacen de Brenes un pueblo en el que la convivencia con el tráfico se haga cada día más difícil.
¿Quién debe controlar y regular estas situaciones? En todo esto hay una gran parte de civismo, nosotros, los ciudadanos del pueblo debemos respetar las normas para hacer de la convivencia un hecho real. Pero, además en IU consideramos que el Equipo de Gobierno Municipal tiene encomendada una gran tarea al respecto.
¿Cómo?, Haciendo jornadas de educación vial, pero reales, no ficticias. Y además la Policía Local debe, obligatoriamente, ocuparse de mantener el orden en la circulación. No sería difícil establecer un sistemas de amonestaciones que, de seguir incumliendo las normas pasaría a las conocidas, pero ausentes en Brenes, multas de tráfico.
lunes, 4 de febrero de 2008
Sabías que...
Los orígenes de este pueblo se remontan a la época visigoda, en la que la historia cuenta que había un monasterio benedictino llamado "Aguas Duras", donde habitaba una monja que fue elevada a los altares con el nombre de Santa Verenne, o Berenia,. Su sepultura se hizo centro de peregrinación popular, incluso durante los tiempos árabes. Los romanos denominaron a este municipio con el nombre de Qulumbira, que alude a la presencia masiva de palomas en este lugar. Después los árabes le pusieron el nombre de Billa Nuva, Al-Bahroyyin o alquería de los Bahries.
El nombre actual de esta localidad aparece por primera vez con la Reconquista, los mozárabes llamaron al pueblo "Berené". Posiblemente el nombre proviene de "Verene": una religiosa que habitaba en un monasterio y que era tenida en opinión de santidad. Tras su muerte el lugar de su sepulcro se convirtió en centro de peregrinación de tal magnitud que, incluso bajo el dominio árabe, los cristianos de la península continuaron acudiendo a visitarla. De este fenómeno religioso derivó el nombre del pueblo. "Brenes" aparece en el Repartimiento del siglo XVIII, perteneciendo tanto al Infante don Fabrique como al Cabildo de la Catedral, hasta la fecha en que los "señoríos" se suprimieron.
Se calcula que la conquista por los ejércitos de Fernando II tendría lugar hacia1246 o 1247. Brenes se entregó al Rey de Castilla por un pacto de vasallaje. Posteriormente, Brenes fue entregado por Alfonso X a D. Fadrique, y más tarde, pasaría a ser propiedad de la catedral de Sevilla.
Existen vestigios que relacionan esta localidad con un denso asentamiento del paleolítico inferior, convirtiéndose posteriormente en territorio celtíbero y, después, romano. En algunos de estos casos se trataba de factorías fluviales para el envasado de ánforas de vino y aceite, quedando otros como villas de descanso y recreo.
Hacia el siglo VI se hace visigoda, naciendo como entidad histórica. La Reconquista de Brenes se produjo en 1.247 por el monarca Fernando III en su triunfal itinerario sobre tierras hispalenses. El lugar se entregó al Infante Don Fadrique, hijo del conquistador, tras cuya muerte el Cabildo de la Catedral de Sevilla, se hizo con Brenes. Llegado el siglo XIX, y tras atravesar diversas vicisitudes, se constituye en Ayuntamiento independiente de toda jurisdicción, integrándose por tanto bajo la del Estado.
La faceta monumental de Brenes se manifiesta principalmente en sus construcciones religiosas, como la Iglesia de San Sebastián y, sobre todo, la de la Inmaculada Concepción. Esta última exhibe estilo mudéjar del siglo XV, y está conformada por tres naves con cinco tramos y testero plano, aunque las obras no finalizaron hasta 1.758. La torre, sin embargo, es de la etapa original aunque remodelada en el XVIII.